Nos despertamos y tras desayunar nos vestimos para dar pedales, hoy daremos una vuelta. Hay varias rutas que salen del pueblo, aunque bastante cortas.
Para hoy elegimos una roja de 19km de algo más de 500 metros de desnivel.
Primero vamos con las bicis a echar un café al pueblo (500 metros o así de donde estamos). En la oficina de turismo hay wifi abierta y gratuita, y desde un bar con terraza que está allí cerca nos conectamos (no llega con mucha intensidad, pero para mirar 2 correos y poco más suficiente).
Salimos a pedalear un poco .. hace fresco y como ya está siendo habitual hay mucha nube que en cualquier momento puede descargar algo de agua, pero también hay muchos claros, así que la temperatura para andar en bicicleta está muy bien. Por si las moscas cargamos la mochila con un chaleco y con el chubasquero y nos vamos..
Primera e importante parada
Las zonas que no son de carretera (en los 19km habrá unos 5 km o más de carretera) son muy chulas, y merece la pena sin duda.
En menos de 2 horas terminamos y estamos de vuelta en el pueblo. De allí también sale una ruta negra, pero tan sólo tiene 11km por lo que nos da un poco de miedo lo que pueda ser. Eso si, vamos a verla por lo menos…
Nada más empezar a un lado de la ruta hay una pequeña zona para jugar con las bicicletas, y allí que nos damos unas cuántas vueltas. Somos lentos de narices, no tenemos destreza en este tipo de circuitos, pero nos encantaría.. tiene que ser una pasada controlar bien la bicicleta. ¿algún día?
Seguimos con la ruta y no llegamos ni a hacer 3 km. El sendero es estrechísimo y con unas cuestas grandes a momentos. En varias zonas ya nos hemos desmontado por si las moscas, y al final decidimos darnos la vuelta y volver por donde hemos venido. En bicicleta de monte en cualquier momento te puedes pegar la leche (más claro agua), pero buscarla no solemos buscarla. El estar lejos de casa además nos hace pensar un poco más de lo habitual, y más vale prevenir… 11km y clasificación de negra no hemos llegado a ver nunca, así que.. nos rajamos..
Comemos en nuestra caracola, y tras un poco de sobremesa nos vamos hacia Dinan, una ciudad que según leemos está genial en cuanto a ambiente medieval, con uno de los cascos antiguos más entrañables del norte de Francia… iremos a ver.
Compras en supermercado, cargar gasoil ( no hemos comentado aún, pero pensábamos que estaría más caro que en nuestra zona y nos estamos llevando una sorpresa.. está un poquillo más barato) y camino a Dinan.
Una vez allí tenemos que encontrar sitio donde aparcar. Iñaki tiene un punto metido en el GPS, pero nos lleva hasta un camping… seguimos un poco la carretera y enseguida estamos en Léhon, un pueblo pegado a Dinan.
Vemos señal de piscina y parking, y vemos abajo alguna autocaravana, así que… para allí vamos a ver qué es. No hay sitio, está todo lleno y al salir liamos un poco de follón.. la salida hay una zona de unos 50 metros muy estrecha y nos tenemos que cruzar con unos 4 coches que vienen a la vez para allí.. tras un poco de paciencia y de maniobras, conseguimos salir. Paramos la autocaravana en una esquina allí mismo (donde ya no estorba) y nos ponemos a mirar el mapa. Una pareja de franceses nos hacen gestos y tras bajar la ventanilla nos dicen que si buscamos el área de autocaravanas está allí mismo a 50 metros. ¡Madre mia, estamos ciegos.. jeje.. había señal y todo y no veíamos ninguno de los dos! ¡mil gracias!
Vamos al área (N48º26’31.2» W002º02’32.1»).. es un parking normal con una pequeña zona para vaciado de aguas, baño y para rellenar agua (menos electricidad). Preguntamos porque no vemos ninguna señal de pago ni nada, y nos dicen que es todo gratis… no hay que pagar por dormir ni por utilizar el área. Según nos comentan la zona interesante de Dinan está a unos 800 metros.
Zapatillas y ropa en una bolsa y andar..
Enseguida llegamos, y empezamos a ver que es muy bonito. Pasamos por la oficina de turismo (hay wifi gratuita) y tras coger un mapa lo primero que vemos es que hay varias áreas para autocaravanas además de en la que estamos.
Primera visita, al castillo de Dinan. Cierran a las 18:30 y nos queda menos de una hora para verlo, así que queda corta la visita. A Iñaki le alucinan estas cosas, y cierto es que si te pones a imaginar cómo vivirían allí, cómo se defendían, los objetos que utilizaban para la vida diaria.. es precioso. Es una pena no saber mucho de historia, porque sin duda en estos sitios tienes que poder pasar horas y horas.. Llega la hora de salida y nos vienen a sacar, jeje.. somos los últimos..
Las vistas desde el castillo sobre Dinan merecen.. 😉
¡cómo han cambiado los relojes pasado el tiempo!.. 😉
Ahora toca callejear.. y tal y como habíamos leido es un pueblo precioso. Las casas antiguas, algunas torcidas y todo no hacen más que llamarnos para sacar y sacar fotos (os vais a aburrir)
Bajamos al puerto
Mucha gente llena las calles y la mayoría están ya cenando. Nosotros tenemos ya hambre, y sobre todo yo.. estoy entre hambre, sed y un punto de dolor de cabeza .. así que hoy cenaremos en horario francés.. En un restaurante en el puerto terminamos comiendo un menú que me deja como nueva.
De allí a la autocaravana y a por el día siguiente.. 😉