Hace ya unas semanas que prometí escribir sobre una de nuestras recientes adquisiciones: las pulseras Powerbalance, estas que han pegado fuerte como regalo de Navidad y que dicen mejoran equilibrio, fuerza y resistencia.
Hasta ahora sin tiempo para hacerlo, pero volviendo del fin de semana, mientras Iñaki conduce, aquí voy a contaros un poco nuestra experiencia con las pulseritas. Cada uno que saque sus conclusiones.
Oí hablar de ellas un poco antes de Navidades, y la verdad es que no soy de las que no cree en este tipo de cosas, pero sí que es verdad que se hace raro que un trozo de silicona con unos hologramas puedan mejorar algo en nosotros.
Estas mismas Navidades en una cena en Sabiñanigo, con Tere, Luis y David, coincidimos con una pareja que tenían la
pulserita. Tras hablar con ellos, a mi se me quitaron las dudas de si comprarla o no: el hombre nos dijo que no sería la pulsera pero que estaba estresadísimo en el curro, y que desde que la ha comprado está mucho mejor… vamos que no se la quita. Y de hecho había comprado otra para su mujer.
Con esto en la cabeza, a la vuelta de vacaciones y tras hablar con Oskar para asegurar que tienen alguna en stock todavía, nos pasamos por Kili a comprar una para mi. Iñaki no quiere una, dice que verá qué tal me va y que entonces se lo pensará.
Según entramos por la puerta de Kili , hay otro cliente al que le están haciendo pruebas de equilibrio y elasticidad con la pulsera, y que sale con la pulsera comprada.
Yo no quiero ni que me hagan las pruebas, ya que como os digo la voy a comprar si o sí. Pero Oscar (el mecánico y vendedor de
la tienda) quiere hacer con Iñaki las pruebas.
En qué consisten las pruebas que nos hacen
– la de elasticidad: con los pies juntos, el brazo estirado enfrente de la cara y mirandonos al dedo gordo, empezar a girar en sentido de las agujas del rejoj sin mover los pies hasta que no podamos más… y quedarnos con la referencia de hasta dónde hemos llegado con el dedo. Hace prueba con y sin pulsera, y la verdad es que Iñaki nota mucha diferencia.
– la de equilibrio. brazo extendido a un lado del cuerpo y horizontal al suelo. Oscar hace fuerza para abajo en el brazo y a
ver si lo desequilibra o no. Iñaki tiene que intentar mantener el brazo en su posicion (hacer fuerza para arriba mientras Oscar hace para abajo). Cuando tiene la pulsera le cuesta mucho desequilibrarle, pero sin la pulsera enseguida lo consigue.
Iñaki alucina, y Oscar aún hace más. Iñaki no sabe si tiene la pulsera o no (Oscar se la deja o no en un bolsillo de la
chaqueta) y cuando la tiene en el bolsillo Iñaki aguanta muchísimo más que cuando no la tiene.
Conclusión: Iñaki sale de la tienda con su pulsera también, jeje. En fin.. ahora habrá que verlo en la vida real.
Aplicación en la vida real.
Yo quiero probarla esquiando, pero hasta 2 semanas después de comprarla no hemos vuelto a la nieve.
Ahhhh la de Iñaki se la ha quedado mi padre que andaba con mareos y nos animamos a dársela. Ahora mareos no tiene (me
extraña que sean por la pulsera), pero lo que sí dice es que duerme mejor que antes…. tendré que volver a preguntarle.
Iñaki compra otra para él, y ya por fin las probamos esquiando. A las tardes de esquí de fondo solemos pasar de Somport a Candanchú a la pista de tiro a hacer un poco de técnica. Muchas veces solemos quitarnos un esquí y con sólo uno andamos haciendo equilibrio.
Yo no he notado cambios en estos equilibrios, pero sí que es verdad que esquiando me siento mejor. Iñaki dice que mucho mejor en estos equilibrios, y además está convencido que esquiando también anda mejor… el que no quería comprarla.. jeje.
Y yo ayer mismo mientras esperaba mi turno de ducha, hice una prueba que también me ha dejado un poco sorprendida. Tengo buena elasticidad, por lo que dicen muy buena.. pero ayer sentada en el suelo con los piernas juntas hacia adelante, el bajar la cabeza hasta las piernas lo conseguía pero notando que me costaba y que estaba forzando. Coger la pulsera y sin ninguna molestia, hasta abajo y fácilmente. Quitar otra vez, y vuelve a costar. Ponerla, y para abajo sin problemas.
Ahh.. y otra más, porque tal y como mi padre dice que duerme mejor, yo hoy voy a probar a dormir sin.. Desde que la he
comprado no me la quito (solo para la ducha) y me estoy despertando muchas veces a la noche (no me importa, porque duermo al segundo, pero esto no me pasaba antes).. Si me acuerdo hoy de quitármela para dormir, ya os dire
Conclusión: aunque cueste creerlo algo hacen. Eso sí, también tengo que decir que intenté hacer las pruebas con una amiga, y
que a ella no le hizo nada..
Sé que existen otro tipo de pulseras similares, y me gustaría saber qué experiencias tenéis con ellas. Como os digo, os cuento mi experiencia, si es cosa de cabeza, bienvenida sea. Siempre he dicho que si algo funciona porque la cabeza hace que funcione, eso es bueno.